GISELE BUNDCHEN HABLA KAKHI

Alguien me dijo una vez que el color camel hace rico; vamos, que cuando vistes de camel vas hablando de fortuna, llevas encima una apariencia de solvencia y patrimonio.
-"Puede ser"-,  le contesté a ese alguien; imaginé un camel acomodado con esclavas de oro en cada muñeca, añadí más camel en camaieux de beiges consiguiendo así un parloteo máximo de riqueza "último grito", que las camel de toda la vida, son muy fans y lo van cantando.

Yo soy anticamel y sus derivados; no me preguntéis porqué, a mi me da antes por el negro frugal, sobrio y contenido que por el camel de la abundancia. Y si, también soy muy fan.

Sin pronunciar palabra hablamos con lo que vestimos, adrede o sin darnos cuenta, nos guarecemos detrás de un color y dejamos que hable por nosotros; parece ser que las de negro somos sobrias y las del camel ricas. Y, oye, tan amigas.

A Gisele le cambian el color en cada editorial, y dejan que hable por los codos de kakhi en el Vogue UK

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SALVAJE

Hay momentos sorpresa, alguien me dijo que las chispas suelen saltar cada diez años; instantes en los que todo cambia de manera salvaje; un redondeo feroz que te confunde y te inquieta.

En ese santiamén te descubres aprendiendo a andar erguida, arqueando tu lomo, desparramando tu corazón en descargas infinitas.
 Tu voz, murmullo que antes indicaba donde estaba el camino; ahora ha de orientarte sin marcas, sin rastros; intuyes en silencio si el sol abrasará de nuevo o llegará la lluvia atormentada.
Presentir aquellos chaparrones que te iluminaron después del aguacero no es tarea fácil .

Paras , no hay nubes; te imaginas nueva, erguida y salvaje; cambias desde hoy sin preocupación alguna; aceptando que ese momento sorpresa ha llegado , que será tu mejor década: la salvaje.

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