GAFAS DE VER

Ayer estuve en Prada,fui a ver con mis propios ojos el "zapato punk",esa maravilla que ha salido en todas las revistas con la que Miuccia nos ha sorprendido este invierno.No pude.No me lo impidió la lluvia,ni las zanjas de las obras,ni la misma pereza que, ni siquiera me insistió como otras veces, diciendo:-déjalo para mañana,nadie se los va a llevar-.
Allí estaba yo con el zapato en la mano,vuelto del revés sin poder ver el precio,ni el número,ni nada.Ante mi sólo había una etiqueta azul (Prada) con cifras indefinidas porque no estaban nítidas para mis grandes ojos¡.
La solícita dependienta se acercó a echarme una mano,en este caso un ojo,y tuvo que decirme el precio,algo que odio;porque la cara de susto me gusta ponerla sin que me vea nadie.
Después de alabar el zapato,la colección y de preguntarle por un modelo que ya sabía yo que no tenía,realicé un giro a la indonesia y me dirigí al expositor de gafas de sol,preguntándole esta vez por un modelo enorme,negro,con las patillas llenas de tachuelas...nada.Las iban a recibir.
Antes de cambiar el rumbo hacia la puerta,y agradecerle su compañía durante el paseo por la tienda (porque fue una verdadera visita guiada) pensé en preguntarle por las gafas de ver,porque no me va a quedar otra que ponérmelas sino quiero que la niebla vuelva inundar las etiquetas de precios.

*Las gafas de la foto son de la colección de este invierno de Tom Ford (seguro que con ellas se ve todo bien clarito:¡vamos¡ más que el agua.