GUARDAR LA CABEZA

La doctora Jing me gusta porque es simple,porque lo soluciona todo con una lógica aplastante.Esta mañana me ha vuelto a decir que tengo que dejar descansar la cabeza (ella insiste siempre en lo de fatigar el cuerpo,descansar la cabeza).Me ha preguntado educadamente si podría hacerlo al menos el fin de semana.Yo,no se si tan simple,le he dicho...¡si pudiera cortármela y guardarla en el armario dos días¡;creo que no me ha entendido la broma;la verdad es que no se como se toman estas cosas los orientales¡¡
Aparcar mi cabeza no va a ser fácil,meterla en el armario entre bolsos y vestidos primaverales con etiqueta,que están esperando a que llegue el calorcito para pisar la calle;mi cabeza ahí dentro no se quedaría parada,seguiría activada ordenando los cajones y organizando conjuntos,emparejando calcetines y doblando pañuelos...imaginando letras,combiando colores,construyendo frases,hablando sola de que está sola.
La doctora Jing es simple,pero no se da por vencida...al darse cuenta que darle unas vacaciones a mi cabeza era imposible,me ha sugerido que vaya a la sierra a tomar aire puro (yo no sabía si reir o aceptar su simplicidad como un don mal aprovechado);al responderle que en en los alrededores de Madrid poco aire puro quedaba porque todo el mundo va con su cochecito , ella ,prolongando su batalla para curarme, me dice:tú ve por la carretera de Avila que hay poca gente,te llevas unos bocadillos y un termo con agua caliente o caldo y ya está.¿Es o no es mi querida doctora de lo que ya no queda?