RAYOS DE SOL EN UN RECTÁNGULO

Un día me habían dejado al cuidado de mi prima pequeña ; no tengo hermanos , pero he sido la hermana mayor de dos primas . Allí estaba yo vigilando una niña preciosa mientras dormía la siesta , fue el verano en el que los adultos  empezaron a darme responsabilidades . Me puse a dibujar , imaginando una playa cercana a la que le puse flores ; entonces Marta se despertó , saltó de la cuna y me dijo que tenía frío  . -"¿frío?" - dije yo - pero si es agosto " - ; le enseñé mi dibujo , le expliqué lo de las flores en la arena . Debió de encontrarlo tan surrealista que siguío con su frío . La llevé al cuarto de baño , la senté en un banquito y le puse una toalla muy pequeñita en los pies , justo se los tapaba ; Marta dijo : ¡ que bien ¡ y me miró agitando unas pestañas que a veces le llegaban a los árboles . Tuvo suficiente calor con aquel rectángulo de rizo y yo sentí que había hecho bien mi trabajo .
Igual que hoy , en cuanto he visto el sol me he tomado la mañana de paseo y , al sentir el calor me he acordado de Marta , que se reconfortó con tan poco . Y es que , a veces , ese rectángulo de rayos de sol es justo lo que necesitamos para decir ¡ qué bien ¡ ¡ qué buen trabajo el del sol ¡