MARCAS QUE NO SE VEN

Esta mañana me he vuelto a dejar abducir por la Dra.Jing;me he puesto en manos de mi emperatriz invernal y le he permitido que agujereara mi cuerpo como un colador de te chino.
Ella va pinchando pinchando y tu imaginas que la piel se está marcando como cuando marcan los encajes con alfileres;imaginas que ,cuando saque aquellas agujas, la luz pasara a través de ti dibujando tu silueta y te transformaras en una instalación de arte o en una iluminada de tantas.
Pero cuando la soberana te dice:" ya esta" no queda rastro de marca,ni señal de dolor; y piensas: "acabo de pasarme veinte minutos mirando al muñeco del poster cuya mitad izquierda deja ver sus organos internos y la derecha un cuerpo muy bien formado señalando todos los puntos sanadores;de esos veinte minutos he estado diez intentando averiguar si el muñeco era chino o no; si que lo era,aunque los primeros cuatro minutos dude que fuera un atleta japones de esos que van rapados;con por lo ménos veinte agujas clavadas por todo mi cuerpo y no hay señales,ni un puntito a modo de tatuaje.
Y cuando te quita la ultima aguja,que siempre es la que ha colocado en el puente de mi nariz, la que sirve para calmar el espiritu;adivinas que ella no deja marcas porque, antes de que te des cuenta,te imprime su sello en forma de corazón como firma de su trabajo y eso te encanta.