DIABOLICA
jueves, 6 de marzo de 2008
Sospecho que;igual que Daniel Plainview ,en"Pozos de Ambición",yo también tengo un don:el de ver lo peor de las personas.Como él dice en la película:"miro a la gente y poco de lo que veo es bueno".
Tener este don no me gusta,hubiera preferido ser una pava helada y no enterarme de nada,dejarme engañar;antes de ver que alguien va a hacerlo de inmediato.
Igual que el protagonista mi destino será una perenne soledad que ya empiezo a asumir.
Se que algunos se preguntan qué hago tanto tiempo sola,y no saben que ocupo cada segundo de mi tiempo,que nunca estoy sin hacer nada.
No saben que practico mi soledad como una disciplina,que mi cabeza da mas vueltas que yo,que empiezo a olvidarme del complejo de culpa,escribo y escribo,ordeno y ordeno lo poco que hay desordenado.
Bebo más agua que como alimentos;me molesta el ruido y ya no salgo a la calle por salir sino a cumplir pequeñas misiones domésticas.
Unos días leo en francés,otros malinterpreto el inglés.
Escribo con un rotulador rojo que se desliza sobre el papel como a mi me gusta:igual que un campeón olímpico de patinaje artístico.
No pinto nada,porque siento horror hasta de limpiar los pinceles,y mis pobres cuadros siguen castigados de cara a la pared;igual que yo.
Los que no están castigados,están abandonados de la mano de Dios;y yo me siento miserable por haberlo permitido,por no defenderlos,ni a ellos ni a mi.
No pinto por no manchar,porque no se que hacer,porque nadie necesita que lo haga,ni siquiera yo.
Aún no se ni lo que quiero hacer.
Los días pueden acabarse rápido si lo hago todo lentamente.
Los demás piensan que estoy bien,que puedo seguir como estoy;dicen que soy una privilegiada porque puedo ir al parque cualquier día menos el domingo.Les hace gracia que mis palabras sean las del mismísimo diablo;sonríen cuando les cuento que soy una perfecta ama de casa que se entretiene escribiendo en un blog infectado de bolsos de Prada.
He salido de aquí y no me ha servido de nada,al volver he vuelto a escribir y a hacer crucigramas como una loca,únicamente para comprobar lo bien que se desliza el rotulador negro.
Nadie sabe de donde me sale tanta maldad,y cuando alguien me lo recuerda,no puedo remediar asumir que nací diabólica.
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