COPIAR A GHESQUIERE

Copiar a Ghesquiere descaradamente es muy atrevido,pero ayer por la tarde en la pasarela Cibeles pude comprobar que no hay vergüenza que valga.
Pasarela,pasarela había poca y pobre;pero alli estaba yo con Tato,hechos unos pinceles en primera fila esperando que Amaya Arzuaga nos sorprendiera con algo nuevo;nuevo nada ...todo era un seudo Ghesquiere mal cosido.Yo no daba crédito y no paraba de repetir ¡que atreviiiida¡;Tato venga a decirme nena avísame cuando salga una top que yo últimamente no me entero y allí había varias,resignadas porque hace seis meses les habían colocado el original y ahora llevaban la copia.
Y así copia que te copia pasaron veinte minutos de decepción;yo miraba al publico que ponía cara "de nada",y pensaba qué opinará Jordi Labanda allí enfrente con un brazo en cabestrillo,él tan acostumbrado al lujo y a lo de verdad.
A mi todo me dio pena,porque en España no somos nada siempre colgados de los fahion-weeks extranjeros,para parecer modernos,y,deberíamos reconocer que somos más de pueblo que las amapolas,que copiamos,que nos nos atrevemos a ser nuestras propias referencias,a inventar un color igual que inventamos la siesta y las tapas.
Una vez la mujer del jefe de mi marido (una francesa cursi , entrada en kilos y en millones de euros) me preguntó que cual era el mejor createur español y yo le dije Zara;ella me miró con cara de "esta no se entera de rien",a lo que le respondí:es el que mejor copia.