MESAS SIN MANTEL
jueves, 26 de diciembre de 2013
A menudo parece que por aquí nos conocemos todos. Da la impresión que comemos juntos, en mesas de sueño, con flores de bodegón.
Pensamos que sabemos el uno del otro, pero nada más lejos.
En la mesa de sueño pocos miran a los ojos; hay más de uno distraído, y más de dos atentos, pero no contentos con lo que ven.
¿De cuantos hemos oído la voz? ¿A cuantos hemos olido después de un abrazo? ¿Quién ha comprobado si somos de verdad o nos hemos inventado?
Quizás somos demasiados, pero cada uno sabe a quién le gustaría sentar a su lado en la mesa , o en su caso bien cerquita, para que le cuente mirándole a los ojos que tal le va.
Esta tarde, mientras caminaba cargada de postales que iban dejado un rastro de purpurina rosa, me calaba el gorro de punto porque tanto frío da vida, pero sin gorro yo no soy persona, he hecho una llamada con la esperanza de que cogieran antes de que yo llegara a Correos, con ganas de oír su voz, de sentarme a la mesa con ella, allí mismo, en la calle, de pie, con frío...
Entonces he oído: "¡Hola Delia¡", y así, sin mantel, sin flores y hasta sin café hemos estado un rato, al calor de una conversación que me ha demostrado que elegimos a quien queremos tener cerca y que, a menudo, los que más sonríen, tienen más motivo para llorar, que, a veces, a los que están más lejos puedes acercarlos, escucharlos en tu misma mesa, sin necesidad de mantel.
* Para M. (mucho animo cariño, nos falta darnos ese abrazo que olerá a gloria)
2014 va a ser SUPERLOVE.
2 comentarios:
Pienso que a pesar de que tras los blogs se encuentran personas reales desconocidas, sin embargo, cada cual con su escritura y su lectura se va acercando a las personas más similares a ella. Esa sensibilidad no falla, lo he comprobado recientemente con blogueros que he conocido personalmente y intuía que eran como en realidad son.
Sí, SUPERLOVE, como tú...
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