MUDANZAS MÓVILES

Cambiarse de móvil resulta muy parecido a una mudanza . Repasar el interior de la vivienda , darnos cuenta de la cantidad de cosas que acumulamos , empezar a empaquetar y , mientras , encontrarnos con cosas que habíamos olvidado , o que hay que decidir guardar o tirar. Eso cuesta.

Ayer me pasó con el móvil , tuve que revisar todo lo que había en él para ver si algún dato peligraba . Lo más delicado fue la agenda de teléfonos , donde hay números que son como las botas altas , que guardas y guardas por si te vuelve a llamar ponértelas , y ahí siguen , ocupando su espacio .
Decidí copiar la agenda telefónica a mano , en una libreta de las de antes , de las de caligrafía ; fue entonces cuando tomé conciencia de la cantidad de botas que había ahí dentro .

Si , a veces guardas números por nostalgia , porque te traen recuerdos , pero a los que ni llamarás ni te llamarán nunca . Otros , más profesionales , tienen que estar ahí , aunque no los hayas visto jamás . Luego están los íntimos , poquísimos y siempre en favoritos ; la sección hoteles y restaurantes , los taxis de unas cuantas ciudades , los médicos , las urgencias, los " ojala no tengamos que llamar nunca ".

Anoté mi lista de la A a la Z , ordenado , recordando , empaquetando letras y hasta me paré para llamar alguno , porque me dio tanta alegría ese encuentro en la A , que no me quedó otra que gritárselo por teléfono . Entre las B dije : aún no conozco su voz ; en medio de las S pasé rápido , y es que estoy enfurecida con casi todas ; al llegar a la P sonreí , cerca de la V pensé : nos veremos pronto ; a la M le susurré : ya queda menos  ; al final en la X eran pocos pero importantes , ya casi estaba , y mientras cerraba el rotulador me dije : todo está bien , ahora sí que me mudo .