MIUCCIA PURPURINA

Aun tengo los dedos manchados de purpurina. El primer día de las vacaciones me fui a la librería y compré purpurina de colores , de esa que es adhesiva , con la que se puede dibujar y queda en relieve. Me dedique a envolver los regalos y a poner las iniciales de cada persona con purpurina en cada paquete . Me encantó y no paré de probar cosas , de mirar lo mucho que brillaban las letras cuando le daba la luz .
Un día le dije a la hija de mi prima, la misma  que me encargó la muñeca rubia ,  si quería jugar con purpurinas ; ella me miró como si le hubiera tocado la lotería , loca de contenta y me dijo : - si , si , juguemos , me encanta todo lo que brilla - lo dijo categóricamente . ¡ Ojala tuviera yo las cosas tan claras ¡ .
A mi el brillo me gusta a  veces y según para que. Me gustan las personas que brillan , pero casi nunca los objetos brillantes , ni el charol , ni el oro... Después de unos cuantos dibujos pensé : - esta pequeña tiene razón- , si llevo tres días dibujando letras que brillan y no paro de ponerlas debajo de la luz para que brillen aún más ¿que estoy diciendo?, ¡ pero si me encantó la campaña de la pasada Navidad de Prada porque las modelos llevaban purpurina en las uñas ¡
Y es que igual no tengo que renegar de lo evidente , tengo que estar dispuesta a cambiar el brillo por el mate , el dolor por el placer , la reflexión por conversaciones mundanas y frívolas , como me dijo alguien . Igual que esa niña debería disfrutar de lo brillante , de lo que me gusta y cuando deje de gustarme cambiar , y decirlo también muy alto. Porque no pasa nada , porque la purpurina se va con un poquito de agua aunque yo no quisiera que desapareciera nunca , porque me encanta .
Y me gusta el vestido de la foto , que también brilla y me encanta quien lo lleva porque seguro que aun le queda purpurina en los dedos restos de la colección de fiesta del invierno pasado. ¡ Brillante ¡