TACONES A LA VERTICAL

Desde pequeña me hubiera gustado saber hacer el pino , o la vertical. Sólo llegué a hacer la voltereta y no la lateral , no era muy dotada para la gimnasia , o quizás no ponía interés o la profe , que se llamaba Cipri , se contentaba con que diéramos unas cuantas vueltas al patio .
Hacer el pino no era lo más importante, pero a mi me parecía genial eso de verlo todo boca abajo , mirar un rato y volver a la realidad con la cara un poco roja , porque también decían que la sangre bajaba tan rápido que se quedaba acumulada en la cabeza (es que antes nos lo creíamos todo). A veces me sentaba hacía atrás en un taburete para imaginarlo todo del revés , el techo era el suelo y los muebles estaban allí pegados como por arte de magia.
Estos últimos días en que mi maestro rehabilitador va y se cae por las escaleras , se rompe la cadera y me tiene que atender una discípula a la que debo confiar mi hombro si o si ; cuando a mi dominio "punto com" le da por desaparecer y me redireccionan al limbo ; justo ahora que me parece que el limbo no existe , y yo , me parto de los nervios . Cuando hago la excursión a Ikea dos veces buscando lo mismo y nunca está . Cuando no recibo noticias .
Cuando todo se para . Cuando las cosas nos salen al revés de como nos gustaría ; estaría bien poder hacer el pino y darles la vuelta , continuar caminando un ratito con las manos , luciendo los tacones bien arriba , a la vertical .