ABANDONARSE

Hoy es martes ya sabemos lo que toca:abandonarse a las manos de la doctora Jing ; yo que nunca me abandono del todo,he visto que hoy venía con la artillería preparada al completo.Yo que nunca cuento,porque siempre me equivoco con los números,me he obligado a contar proyectiles,primero por curiosidad y segundo,porque esa es una de las pruebas de mi empeño en no abandonarme;controlo siempre.
Veinticinco agujas a lo largo de todo mi reverso y otras tantas por mi anverso,esta vez con dolor,impulsos eléctricos,calor y Jing repitiendo: no voy a matarte,todavía estás viva¡.Ni mi cuerpo ni mi cabeza entendían ese humor que provenía de alguien que estaba intentando que me abandonara en sus manos.Sólo se me ha ocurrido decirle;si me matas a ver que vas a hacer conmigo¡ (con el tono más jovial que he podido);porque por mi cabeza han empezado a pasar películas de chinos que descuartizan a los pacientes que no creen ciegamente,que no se ponen calcetines,que comen las cosas frías,que no hierven el agua para bebersela caliente,que no se abandonan y se dejan matar con las uñas de los pies perfectamente pintadas de rojo.